Hogar
KAI: Me marcho.
PRÍNCIPE: Lo sé.
KAI: En realidad… En realidad quiero quedarme.
PRÍNCIPE: Te lamentas por algo inevitable.
KAI: Vete a la mierda.
PRÍNCIPE: ¿Qué…?
KAI: Eres todo tacto.
PRÍNCIPE: Sabes que… Disculpa. Deberías irte. Si te quedas será peor para ti.
KAI: ¿Porque eres tan irresistible que…?
PRÍNCIPE: Porque te estás consumiendo.
KAI: Lo sé. Lo sé. Es culpa tuya. Lo sabes, ¿no?
PRÍNCIPE: ¿Eso no es… crueldad?
KAI: Sí. Pero es la ventaja de tratar contigo.
PRÍNCIPE: ¿Te hace sentir mejor?
KAI: Me hace sentir como una mierda, Ne.
PRÍNCIPE: Sin embargo, tienes razón.
KAI: No, no la tengo.
PRÍNCIPE: Sí es mi culpa.
KAI: No. No, en realidad tú eres el más inocente de todos. Yo sabía en lo que me metía y que llevaba las de perder. Y aun así…
PRÍNCIPE: ¿Por qué lo hiciste?
KAI: Supongo que pensaba que te podía cambiar.
PRÍNCIPE: ¿Eso habría sido bueno?
KAI: Sí, claro. Por supuesto que no. No lo sé, no creo que pensase en eso al principio.
PRÍNCIPE: ¿Entonces?
KAI: Entonces… Deberías saber ya que muchas veces el cuerpo hace primero y la cabeza piensa después.
PRÍNCIPE: Sería mejor que no fuese así.
KAI: Sin duda. Le quitaría encanto a la vida, pero sí, nos ahorraríamos problemas…
PRÍNCIPE: ¿Adónde vais?
KAI: No estoy seguro. A casa de unos familiares.
PRÍNCIPE: ¿Volverás?
KAI: No lo sé. No. No creo que vuelva. No sería prudente.
PRÍNCIPE: ¿Por qué?
KAI: Tú mismo has dicho que me estoy consumiendo, Ne. No puedo tenerte cerca.
PRÍNCIPE: Pero, ¿y el tiempo? ¿No lo curaba todo?
KAI: Sí, hasta la vida. Pero tú no vas a cambiar. Y yo… no lo sé. No podría soportar enamorarme una segunda vez de ti, la primera ya me está matando.
PRÍNCIPE: Nunca fue mi intención…
KAI: No, no, no, ya lo sé. No es un reproche, ya te he dicho que no es culpa tuya. Es simplemente… Aah… daría lo que fuera ahora mismo para que pudieras…
PRÍNCIPE: ¿Sentir algo?
KAI: Lo siento.
PRÍNCIPE: Lo sé.
KAI: No, es… Lo siento, es una disculpa. Es… tengo que irme, Ne. Es mejor que me marche ya.
PRÍNCIPE: Espero que tengas una vida mejor allá donde vayas.
KAI: … gracias. Quisiera… ¿puedo pedirte una última cosa?
PRÍNCIPE: Sí.
KAI: ¿Me negarías un último beso?
PRÍNCIPE: Nunca te he negado nada. Pero…
KAI: Shhhh, prefiero quedarme con un buen sabor de boca.
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